lunes, 3 de abril de 2017

El cinco, el símbolo y el dolor

    
Soy consciente de las paradojas y contrasentidos y se que pueden perderme, no obstante todo es sencillo: mi mano tiene cinco dedos y planto cinco semillas por si el número es importante. Ahí, en esa sencilla operación me encuentro y termino el misterio de las cinco llagas de Jasús. No es el orden del cinco el que vivo, es más un sendero abierto donde aparecen mis manos y todos los números. Pero también soy consciente de que soy un productor de realidad que se ahoga en la ficción, por tanto, mis ideas son intentos para aceptar el mundo que veo, aunque resulten quimeras que pretenden buscar la belleza interior. Deseo comprender el sentido estético de la vida y responder con libertad al dolor que produce estar escindido.

Cuando instalé Susurros en un agujero”, tuve en cuenta la posición de la mano, la quiromancia me dio algunas ideas y la posición de los dedos un control aproximado de cómo administramos los centros del ser según Gurdjieff. Él pone todo el énfasis en “el cuarto camino”. Los comportamientos de el faquir, el yogui y el monje y sobre estos incorpora la vida cotidiana consciente. En esta regla se ha de comprender todo lo aprendido en las disciplinas anteriores. Si valoramos la actividad sexual que Gurdjieff no tuvo en cuenta, vemos como surge un nuevo camino que completa los dedos de la mano. El meñique presenta las necesidades corporales y las vitales, el anular el deseo sexual o la inhibición del mismo, el corazón los sentimientos y las emociones, el índice la razón y la capacidad de hacer hipótesis. Vistos los cuatro caminos falta un “ente” que gobierne las tensiones que pueden crearse entre estos centros. Se adjudica al pulgar la función de gobierno, el auriga de la psique humana. El pulgar se hace primordial al conducir las diferentes partes del yo y evitar que éstas se destrocen entre sí.

El cinco es el número central del nueve, equilibrio del tiempo que permanecemos en el vientre de la madre. Para los pitagóricos es un símbolo nupcial, los apoyos del sacramento divino y el espíritu revelado. Se relaciona con la madre-materia y con la unión del cielo y la tierra. El pentalfa esotérico es una creación asombrosa de los pitagóricos que se reconocían en el símbolo y lo mostraban allí donde estaban. Si analizamos Pentalfa bajo la mirada del ocultismo, podemos ver en el ángulo superior el símbolo de Júpiter: el número cuatro. Según ellos ése es el Padre de los Dioses, el símbolo del Eterno Dios Viviente. En la primera manifestación de todo personifica también el doble orden del universo: el horizontal y el vertical. Estos ejes coinciden con los del cuerpo humano y con la trama y urdimbre que forman hoy las súper-cuerdas. Cuando los cinco puntos están bien orientados y se cruzan con líneas continuas, los ángulos forman una estrella con un punto en la parte superior. Se forma así un talismán muy respetado al crearse un punto vital en el mismo centro del ser. El resto de los ángulos, líneas y vacíos también están cargados de contenido, de tal manera que la estrella pitagórica es uno de los elementos simbólicos más ricos y complejos. Los dos puntos inferiores representan las fuerzas del mal y la posición en la muestra del pentalfa es parte del código secreto de los rosacruces.




La quinta llaga de Jesús es una metáfora extraordinaria, es la herida que ilumina y la que ahora haré servir para alumbrarme. El dolor nos hace mas fuertes y el ser que se busca, que se construye en el trabajo y la pregunta. Ascender la montaña de los propósitos espirituales es el mejor sendero para encontrarse, renunciar al ruido del mundo y buscar la reconciliación con la naturaleza es la mejor opción. No obstante la llaga de la vida no cauteriza nunca y por ella supura el dolor de la duda. Esta herida presenta preguntas y situaciones incomprensibles y a su vez es un manantial de respuestas simbólicas de gran interés. La paradoja nos sitúa en una contingencia alegórica de difícil solución: para qué nos sirve esa herida inútil. Si tenía la intencionalidad de matar no era ese el lugar: quizá tenía el propósito de localizar al ser en el dolor. Si por el contrario era para escarnecer, que sentido tenía si ya estaba muerto. ¿En qué costado se la hicieron? El tema no es pueril, su lugar nos habla de la crueldad y de la piedad, de las acciones apócrifas y de la falsedad de la historia. Este es uno de los motivos que me ocupó en la obra Apócrifos” y el que subyace en las ocultaciones: al final no sabemos como sucedieron las cosas y menos que intencionalidad tenían.
Dice la tradición eclesiástica y artística que su ubicación es tomada de un relato del Profeta Ezequiel que dice:
“He aquí que debajo del umbral del templo de Jerusalén, en el lado derecho y en dirección a oriente, salía agua”.


El cuerpo de Jesús se interpreta como templo río, como el huevo de resurrección. Su simbolismo es parecido al de Osiris y fue la tradición egipcia la que sirvió de base para muchos simbolismos, leyes y tradiciones cristianas. Según esta lectura y la descripción de S. Juan sobre la muerte de Jesús, después de la lanzada de Longinos en el costado (no dice cual), -Salió del costado sangre y agua-. La interpretación de los imagineros es que el agua que mana de su costado es la misma que vio Ezequiel en el templo de Jerusalén. La fuente “purificadora”, la que aporta el sentido a la vida. Por otra parte, todo el misterio y el poder literario que emana del Santo Grial emerge de esta fuente. Su simbolismo se nutre, se apoya en el evidente verdor de las riberas, en la abundancia de vida, generosidad y esplendor que trae consigo la presencia del agua. Las emociones que sentimos al ver un manantial lo relacionamos a la presencia de las ninfas y el goce del murmullo del agua. La estimulación de las fantasías y la fertilidad adicional, son el resultado de contemplar la fertilidad en el fruto del deslizar de las aguas. La fuente-río es un arquetipo presente en todas las culturas y las aguas claras son moralmente ejemplares, lugares de magia, llenos de espíritus y leyendas fantásticas. No obstante el valor significante de la fuente, vamos a considerar sólo el tema moral. Si la lanza clavada fue de ensañamiento, de tortura y crueldad, se ha de representar como es habitual; en el lado derecho. Si por el contrario es una manera de administrar la muerte para evitar el sufrimiento, se trataría de un acto de piedad. De ser así se tendría que representar en el lado izquierdo. Si ya estaba muerto como afirmó S. Juan, y sólo se trataba de certificarlo, entonces fue un acto de doble crueldad. Primera por lo inútil, segunda por motivos que surgieron años después de su muerte. Porqué que se eligió el lado derecho: ¿por las palabras de Ezequiel?

La representación de cuerpo de Jesús tardó años en hacerse, las primeras imágenes son del siglo III, las anteriores son símbolos: el pez, el áncora. No se empiezan a utilizar representaciones humanas hasta el siglo IV y una vez el cristianismo se hace religión oficial con el beneplácito de Constantino. Toda la liturgia se hace esplendorosa a la manera imperial y se viste en lo posible con la simbología del pasado. Es muy probable que la llaga del costado sea una creación de los imagineros con el consentimiento de la iglesia para redondear el simbolismo del cinco. El dolor alegórico se representa en las llagas, no en la muerte, no obstante se hizo servir la tortura como acto de proselitismo. Las cinco llagas de Jesús son la matriz de un simbolismo complejo en el cual el dolor es causa menor. Las razones tienen que ver con los mecanismos del mundo, con su precisión y belleza, con la vibración que precede a toda creación.

Antes he mencionado los cinco dedos de la mano como un valor en sí y las semillas como forma de simbolismo genésico. El pentagrama es la forma geométrica que toma el cinco como puntos estructurales y este hecho lo hice servir en la construcción de la base del pequeño templo a Nsasi. Cuando hice los cimientos del taller de Castellvel, salieron un número considerable de fósiles, algunos eran estrellas de mar de cinco puntas: son piedras que aún conservo. Dicen que son símbolos de protección y es cierto que mientras estuvimos viviendo allí la casa no se cayó encima de nosotros. El pentagrama esotérico es otro razonamiento que llama la atención por los referentes que se encuentran en la naturaleza y además es uno de los simbolismos más antiguos de Sumeria. La estrella con esta forma sirve como amuleto para ahuyentar el mal y asegurar la salud: son los símbolos de protección Pitagóricos, Es un talismán que recibe varios nombres y significados: pentalfa, pentángulo, pentáculo, pentagrama. El cinco es la suma de la dualidad y de la trinidad, por lo cual encarna la armonía de todo lo conocido. En el pensamiento Zen también hacen servir el numero cinco para ordenar los ciclos de la naturaleza en las cinco fuerzas cósmicas. Según la tradición china las cinco actividades elementales del taoísmo se expresan en el Yin y el Yang en forma de: madera, fuego, tierra, metal y agua. Cada una esta unida a la otra para completarla y dar paso a la siguiente. La madera se quema y se hace tierra, lugar donde se forman los metales, con el mismo fuego se licúan como el agua y se hacen árboles verdes que ya son madera. Es así como el ciclo se completa en una recirculación infinita.
La resonancias mórficas de Rupert Sheldraque se hacen presentes en la belleza y regularidad de los sistemas vivos: esa manera de ver me atrae y los números son evidencias de ese proceder ordenado. 


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